siempre nos quedarán los cómicos
Dolores Guerrero
Se trata de una deliciosa locura, un juego teatral en el que Jordi Minguella, Joserra Leza y Antonio Velasco, arropados por la música interpretada en directo por Xema Espinosa y la dirección de Ana Ropa, nos llevan de la mano hacia el país de la carcajada para recordarnos que, ante la crisis, siempre nos quedaran los cómicos.
Y es que, ante la penuria económica y la falta de apoyo que comienza a hacer estragos entre el colectivo teatral, estos tres consumados profesionales, con una buena dosis de humildad y generosidad, han optado por la búsqueda de nuevos escenarios que les permita captar un público diverso y heterogéneo.
Así, el pasado día 11 convirtieron el espacio del sevillano bar La Caja Negra en un improvisado escenario en el que nos brindaron su curiosa propuesta: un match de improvisaciones dividido en dos partes. La primera elabora una serie de piezas cortas que giran en torno a títulos propuestos por los espectadores según un estilo teatral elegido al azar.
La segunda, en cambio, aunque también parte de un título sugerido por el público se decanta por una sola pieza y un estilo determinado, una suerte de parodia de melodrama donde la interpretación actoral alcanza unos niveles de paroxismo altamente arriesgados, aunque plenamente eficaces.
Y es que, si en la primera parte los actores despliegan toda una gama de situaciones colmadas de gags y matices interpretativos que sorprenden continuamente al espectador provocando su risa cómplice, en el melodrama la improvisación se viste de histrionismo para desplegar en escena una historia tan absurda como divertida que acaba desbaratando cualquier mecanismo de defensa.
Se trata, sin duda, de un remedio eficaz ante estos tiempos de penuria que los amantes de la comedia no deberían dejar pasar. Los próximos días 18 y 25 actuarán de nuevo en El Colectivo-El rincón del búho (c/ Parras 31)
